El Colegio Moderno John Dewey nace de los deseos y aspiraciones de la señora
Gladys Hernández de Bravo fundadora…
Quien, siguiendo el ejemplo de su madre, la también educadora doña María
Bocanegra de Hernández, comenzó a despertar su vocación de maestra la cual
acentuó con las enseñanzas recibidas en el Colegio María Auxiliadora. Sus
continuas lecturas y aproximaciones a los grandes pedagogos contemporáneos;
Montessori, Decroly, Piaget y, en especial John Dewey, tan afines a su propio
pensamiento, incentivan su que hacer docente de más de treinta y cinco años.
La idea de fundar una institución educativa toma fuerza ante el convencimiento
de que para contribuir a la felicidad de los niños es vital crearles un espacio
escolar estimulante y, tras terminar el primer año de labores, la casa de Santa
Margarita ya no era suficiente por lo que fue necesario arrendar tres casas
aledañas para poder continuar con su labor educativa. La señora Gladys inicia
entonces la búsqueda de un terreno ideal y compra el lote de la Alhambra, con la
ayuda del arquitecto Francisco Calderón Zuleta y de la Corporación Minuto de
Dios, comienza a ejecutar la obra de sus sueños consecuente con su
pensamiento pedagógico. La experiencia adquirida durante su largo contacto
con el mundo de los niños le permitió configurar un pensamiento pedagógico
novedoso que caracteriza la enseñanza en el Colegio Moderno John Dewey, por
eso, para la señora Gladys es gratificante saber que en estas aulas se han
educado cientos de niños y que aún se continúa con su infatigable labor de
propiciar espacios donde el amor, el autoconocimiento, la alteridad, el liderazgo,
la sostenibilidad y la Innovación están presentes en el quehacer diario de su
equipo de trabajo.